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Los tejedores de memorias (04)

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Los tejedores de memorias (04)

III. El por qué de las cosas. Los motivos tras la lanzadera (A)

 

[Esta entrada es la cuarta de una serie en la que compartiré un texto titulado Los tejedores de memorias, el cual produje como trabajo final de mi maestría en Archivística Histórica y Memoria en la Pontifica Universidad Javeriana de Bogotá (Colombia). Todas las entradas pueden verse aquí, mientras que el texto original, completo con citas y notas, puede descargarse aquí].

 

La literatura sobre archivos científicos relacionada con prácticas de memoria en las ciencias naturales es escasa. Más allá del ya citado trabajo de Bowker, de la compilación de Daston y de la investigación mayormente inédita de algunos grupos encuadrados dentro del Max-Planck-Institut für Wissenschaftsgeschichte (Instituto Max Planck de Historia de la Ciencia, Berlín, Alemania), existe poco material al respecto.

En líneas generales, la bibliografía presente revela una pobre relación entre las ciencias en general y los espacios de memoria (como los archivos) en particular. En el capítulo de introducción a la compilación que edita, Lorraine Daston enfatiza la importancia de los archivos como contenedores de "vínculos cuidadosamente elaborados que conectan el pasado, el presente y el futuro", agregando que sus prácticas de almacenamiento, clasificación y recuperación "son la condición previa (y a menudo la esencia) de la investigación". Sin embargo, y como ya se ha mencionado, la autora no puede evitar señalar la desconexión con las ciencias: "los archivos de los historiadores dominan nuestra imagen colectiva de toda la investigación archivística".

El resto de los artículos compilados en la selección de Daston ponen de manifiesto que, en los casos en los que se los utiliza desde una posición científica, los archivos son empleados para buscar en ellos información "en crudo" que permita establecer una línea o marco temporal o unos antecedentes sustanciosos: una suerte de data mining, generalmente analógica y algo polvorienta. Así, y en términos muy generales, los archivos tendrían un valor que se ve limitado a la provisión de documentos puntuales que complementan las prácticas de investigación, aplicándoles en ocasiones las modernas tecnologías de extracción y manejo de datos. Casi no se aborda su uso para otros fines, y entre estos últimos ciertamente no figuran la recuperación y la gestión de memoria, o la identificación de perspectivas, discursos y relatos alternativos / "otros" sobre eventos, objetos, procesos y fenómenos relacionados con el quehacer de las ciencias naturales.

El trabajo de Geoffrey Bowker es uno de los pocos que une los vocablos "memoria" y "ciencia" en su título. El contenido del texto, sin embargo, no va más allá de algunas disquisiciones filosóficas sobre la naturaleza de la memoria en el quehacer científico, tocando el tema archivístico solo tangencialmente.

La archivística contemporánea —en particular aquella más crítica— se ha dedicado a deshacer buena parte de esas visiones que entienden el quehacer en los archivos y "la idea de un compromiso con las pruebas documentales, reunidas en un tipo particular de lugar, como actividad fundacional y paradigmática de los historiadores". El espacio de conocimiento y memoria que representa el archivo se presenta abierto a diferentes búsquedas y a otros procesos de investigación, elaboración y construcción de discursos y saberes: procesos que van mucho más allá de la labor histórica. A pesar de que la literatura de esta corriente archivística no hace evidentes los vínculos con las ciencias naturales de forma específica, las posibilidades presentadas por una gestión de archivos menos clásica y ortodoxa parecen numerosas e interesantes.

Avanzando algunos pasos, un discurso archivístico aún incipiente señala que en el último cuarto de siglo ha crecido una conciencia, por parte de los científicos en general (y de las disciplinas sociales en particular), de las formas en que las prácticas científicas amplían o limitan el corpus de conocimiento que los científicos producen y los mundos (sociales y naturales) con los que trabajan. Se abre así la posibilidad de una apertura potencial de las ciencias (naturales) a interactuar con la memoria y las instituciones que la gestionan, con la consiguiente ampliación de su producción, sus perspectivas y sus resultados.

Otros textos sugieren ideas y tendencias un tanto más radicales, que abren un abanico de caminos. Szoniecki y Bouhaï proponen una noción de archivo mucho más rica: una que...

...abarca no sólo los datos producidos por las organizaciones durante su función ... sino también vastos corpus de datos reunidos en el ámbito de un proyecto de investigación que, sin crear colecciones propiamente dichas, son ya el resultado de un proceso de selección y tienen una estructura propia.

En este marco más laxo, se habla de una memoria y una archivística rogue, que aprovechen el registro existente como repositorio para nuevas producciones culturales, artísticas e intelectuales. Y se maneja una multitud de valores —apertura, libertad, creatividad, reproducibilidad, transparencia— favorecidos por el uso creativo y crítico de los archivos y sus fondos. Ejemplos de prácticas que impulsan tales valores vienen propuestas por los autores incluidos en la excelente compilación realizada por Hannah Levi para Routledge, de entre los cuales destaca Bethany Nowviskie.

En resumen, si bien la bibliografía archivística sobre la labor (real y potencial) de los archivos de ciencias naturales es escasa, la literatura sobre las muchas posibilidades que ofrece el archivo es lo suficientemente numerosa y variada como para proporcionar pistas e ideas que permitan plantear propuestas sobre el quehacer de tales espacios.

 

[Continuará...].

 

Acerca de la entrada

Texto: Edgardo Civallero.

Fecha de publicación: 21.05.2024.

Foto: "La ruta de los telares argentinos". En Comunicae [Enlace].